El Indec informó una fuerte baja en la pobreza, pero la UCA señaló “sesgos” en los datos
El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) dio a conocer este jueves el dato de incidencia de la pobreza correspondiente al primer semestre de 2025 en los principales centros urbanos del país, que se ubicó en 31,6%.


En el dato total a nivel país, esa cifra significa que hay 15,05 millones de argentinos en la pobreza y 3,39 millones en la indigencia, en comparación con el primer semestre de 2024. Y en la comparación con el final de 2023, cuando asumió Javier Milei, hay 4,48 millones de pobres y 2,29 millones de indigentes menos, según el organismo oficial.
Desde la fuerte suba de la primea parte de 2024, luego de la devaluación que hizo la actual administración en el inicio de su gestión, cuando la pobreza alcanzó a 24,9 millones de argentinos, “9,9 millones salieron de esa situación”.
Críticas de la UCA
Según el análisis del ODSA, la cifra del Indec “está inflada” por dos motivos principales que afectan la comparabilidad y la precisión de la medición:
-Mejor captación de ingresos: La encuesta del Indec (EPH) mejoró su capacidad para registrar los ingresos de los hogares. Si bien es un avance metodológico, rompe la comparabilidad con las series históricas, haciendo que los ingresos actuales parezcan más altos en comparación con mediciones anteriores.
-Canastas de consumo desactualizadas: La medición de la línea de pobreza todavía utiliza canastas básicas construidas con patrones de consumo de 2004-2005. Según supo Noticias Argentinas, este punto es crítico, ya que no refleja el impacto real de la fuerte suba de tarifas y precios regulados de 2024 en el presupuesto de los hogares.
El pedido de la UCA al Indec
Ante este escenario, el observatorio de la UCA instó al Indec a “acelerar la actualización de las canastas de referencia” y a “transparentar” el efecto de los cambios en la captación de ingresos sobre las series históricas.
El objetivo, concluye el comunicado, es contar con indicadores más consistentes que reflejen los logros, pero que también muestren “la persistencia de problemas estructurales de inclusión económica, laboral y social en la Argentina”.

