Por unanimidad, el Concejo habilitó en primera lectura el tratamiento del Balance 2024
Por unanimidad, el Concejo Deliberante de Villa María habilitó en primera lectura el tratamiento del Balance 2024. Si bien hubo muchos rumores durante la semana, que incluso hablaban de fuga de votos en el oficialismo y falta de apoyo de sectores de la oposición, finalmente el resultado fue contundente: unanimidad.
No obstante, cualquier proyecto que requiere doble lectura, en general, se aprueba la primera lectura para dar paso a reuniones en comisión, visita de funcionarios del Departamento Ejecutivo, la correspondiente audiencia pública y finalmente la segunda lectura, que suele tener otro resultado. En el caso del Balance, luego de mucho tiempo, podría alcanzar el visto bueno del Concejo sin que se apruebe de manera ficta (como ocurrió durante todo el gillismo). Pero esa será otra historia en las próximas semanas.
El Balance 2024 llegó con la aprobación de dos de los tres tribunos de cuentas municipales, uno del oficialismo, el otro de la oposición de Juntos por el Cambio. Es un gesto que el Departamento Ejecutivo considera clave para interpelar a los ediles.
Durante la sesión, la concejal Yaslil Oses, de Hacemos Unidos por Villa María, dijo que “el Balance 2024 no es un simple compendio técnico o estrictamente legal, es la crónica de una gestión con visión, compromiso y resultados”. “Es la demostración que en Villa María se gobierna con la gente y para la gente. Estamos ante una administración madura, eficiente y cercana”.
Por su parte, la presidenta del bloque de Juntos por el Cambio, Natalia González, sostuvo que el tratamiento del Balance “es un hecho institucional relevante, que regresa a este recinto luego de 9 años de silencio”. “Un silencio producto de las internas del propio oficialismo. El último debate fue en 2015, cuando se trató el ejercicio 2014. Hasta hoy este Concejo fue relegado en la facultad de control”, afirmó.
Del mismo modo, su par de bancada, Evelyn Acevedo, aseveró que en Villa María “el tratamiento del Balance se convirtió en algo excepcional”. “Este control no es un gesto meramente opositor, sino que es una función democrática”, enfatizó. El edil radical Felipe Botta “felicitó” irónicamente al oficialismo por tratar el Balance después de 9 años. “Una aprobación ficta significó que ni siquiera se sentaban a debatir”, lamentó.
A su turno, el concejal Manuel Sosa, de Uniendo Villa María, que en cierta medida sorprendió su apoyo inicial, aunque difícilmente lo haga en segunda lectura, aseveró que “este documento es profundamente cuestionable tanto en su forma como en contenido”. “Es muy difícil analizar el Balance 2024 sin cerrar el Balance 2023”, puntualizó.

